Al habilitar a esos clubes a postergar un juego durante quince días, obligar al resto a competir y mientras tanto jugar otras dos fechas del campeonato, ambos clubes esperancinos cuentan con ventaja deportiva sobre el resto de los equipos de la zona.
Entre la fecha en la cual debía jugarse el partido entre Bartolomé Mitre vs San Lorenzo y la fecha en la cual se jugará pasarán otras dos fechas de competencia.
Esto sucedió con la postergación de una fecha por lluvias que fue reprogramada entre el martes 13 y el miércoles 14 para todos los equipos, excepto para el "rojo" del barrio sur. Los presidentes de los clubes no demoraron en expresar sus reservas, críticas y hasta señalamientos preferenciales de la conducción liguista, pero siempre en voz baja ante el temor a las represalias acostumbradas en formas de "errores arbitrales" o "decisiones de cúpula".
Todos los equipos juegan etapas de definición y disputan cada partido midiendo posibilidades de clasificación. Lo sucedido con la postergación de este partido, igual que lo vivido con el partido postergado entre Atlético Pilar y San Martín de Progreso, debe corregirse para evitar susceptibilidades y desterrar cualquier señal de preferencias.
