Increíble. Estaban dispuestos a esperar toda la tarde para poder jugar, ya estaban allí, habían llegado temprano porque era la distancia más larga que debían recorrer en el torneo.
Los chicos de Deportivo Gessler habían salido a las 10 de la mañana de esa localidad, pero varios habían empezado su viaje desde Galvez, una rato antes. Junto a padres y dirigentes llegaron al extremo norte del departamento Las Colonias para jugar el último partido para las cuatro categorías.
La Liga Esperancina anunció cerca del mediodía la suspensión de toda la fecha por razones climáticas pero en Elisa no llovía, se podía jugar.
Los llamados telefónicos desde el estadio a la dirigencia del fútbol federado resultaron infructuosos y a pesar de las horas de espera la terna arbitral nunca llegó. La movilización de las cuatro categorías demandó una inversión de varios miles de pesos.
Para completar su compromiso deberán volver a viajar, es decir, otro día saldrán a las 9 de la mañana para jugar desde las 13:45 en el estadio donde estuvieron almorzando choripanes.
Los gastos son responsabilidades de los clubes pero en este caso de escaso sentido común, deberían ser descontados de los compromisos económicos que Gessler tiene con Liga Esperancina.
Seguramente cada dirigente de cada club tendrá su anécdota para igualar este sinsentido, pero es tiempo de señalar responsables y respetar el trabajo de todos.
José Zenclussen - Foto 100%LEF
