El Lawn Tennis Club Esperancino concretó una gran Clínica de Tenis, con la importante participación de dos referentes muy capacitados y con una muy directa relación con la institución, como Eduardo Schwank y Luis María Brest, ante una muy buena concurrencia.
Es que todos los tenistas, en los distintos niveles, desde la misma Escuelita “Guillermo Vilas” hasta los adultos del club, y todos aquellos que se acercaron a la entidad, se llevaron una enseñanza de lo que se vivió por espacio de las largas horas en que se extendió la jornada.
Para el ex profesional Schwank “fue un placer estar de nuevo en el Lawn Tennis. Me trae mucha nostalgia, ya que acá jugué un Nacional Sub 10, ya hace unos cuantos años. Tengo una muy buena relación con los dirigentes y me puso muy contento en que me hayan convocado”.
“La idea de estas Clínicas – afirmó - es promocionar esta actividad, inculcárselo a los chicos, tener una charla con los padres. Es para que sepan que es un deporte para toda la vida, disfrutándolo día a día, sacándole las presiones que pueda haber. Queremos ayudar o apuntalar desde ese lado”.
El nacido en Roldán comentó que en su Academia está entrenando a juniors, de cara a ser profesionales, y “disfrutando el rol de asistente, subcapitán de Copa Davis, junto a Javier Frana. Es todo un orgullo y un placer para mí. Ya que antes defendí los colores argentinos como jugador y ahora desde otro lado quiero aportar lo mío y ayudar a los chicos para que sepan disfrutar eso que es algo único, de representar al país”.
Para Luis María Brest, el fundador de la Escuelita de Tenis “Guillermo Vilas” en el LTCE, es un “verdadero placer poder volver y estar en el club. Me encuentro con muchos amigos, y lo disfruto totalmente. Surgen muchos recuerdos Hay una cadena de goce que es algo fantástico. Uno estuvo 20 años en la institución y creo que esa semillita dio sus frutos. Realmente me emociona. Uno estuvo mucho tiempo en el club. Creció uno en lo personal, profesional. Se crearon muchos vínculos que se mantienen y muy bien por el resto de la vida”.
Sobre su actualidad afirmó “estoy siempre en el mismo club, Midtown, uno de los más grandes e importantes de la zona, con 25 canchas. Está en la ciudad de Wenston, Florida, a unos 45’ de Miami. Siempre digo lo mismo: 20 años acá, 20 años allá, es toda una carrera y cuando uno mira para atrás, lo único que tengo que decir es gracias. Todo lo que uno intentó se fue dando. Con errores, correcciones, perfecciones, pero siempre evolucionando. En mi presente es el deseo de disfrutar lo que en muchos años hice y lleve adelante. Estoy muy bien en el club, por la cantidad y calidad de jugadores que tenemos. Y siempre hay proyectos para encarar”.
“A Eduardo – indicó - lo conozco desde Junior, cuando iba a jugar el Orange Bowl en Miami. Tenemos esa relación especial entre argentinos. Coordinamos una Clínica para que esencialmente todos puedan disfrutar el tenis, como realmente lo merecen”.
