Por Ariel Aiello
Central San Carlos volvió a coronarse campeón. Y lo hizo como lo hacen los grandes: con autoridad, con mística y con ese fuego sagrado que parece no apagarse nunca.
En la final de vuelta, en el mítico Delfo Yoris, venció 1 a 0 a San Lorenzo con un gol de Federico Sola, el ángel del gol, que apareció cuando la historia pedía héroes. Pero la verdadera ventaja la había construido dos semana antes. En la ida, en el Fedele, el Sabalero se impuso 2 a 0 con una actuación firme y contundente. Gabriel Palacios y Lautaro Nasta fueron los encargados de encender la ilusión que este domingo se transformó en gloria.
Central no gana por casualidad. Lo hace porque tiene un plan, una identidad, un proyecto. Fue campeón en 2022, jugó las dos finales de 2023, ganó el Apertura 2024 y hoy levanta un nuevo trofeo. Es el equipo más regular de los últimos tiempos. Y sus 14 títulos lo certifican.
Este Sabalero no solo quiere estrellas en el escudo, quiere marcar una época. Quiere dejar huella. Porque lo de Central no es una racha, es una era que se construye día a día, con esfuerzo, con humildad y con fútbol.
Central Campeón. Porque los proyectos también ganan.
