El bloque opositor impuso sus números para aprobar con modificaciones el proyecto reconducido por la intendenta. Ranaletta pidió aprobar el proyecto original, Martínez modificar partidas en comisión y Elena no fue.
El bloque opositor asociado entre concejales fascendinistas y del Pro impuso su mayoría para votar a su gusto y placer la modificación del proyecto de presupuesto reconducido que envió la intendenta municipal el 28 de diciembre pasado, cuando los concejales ya estaban de vacaciones.
Demostrando un gran criterio democrático, se escucho al concejal Puig decir: «o se vota nuestra propuesta o no se vota«. Debatían la posibilidad de volver a analizar el proyecto en comisión ante el bochorno desnudado por Martínez. Los concejales quitaban las vacantes de nuevos empleados del proyecto, pero le seguían habilitando los mismos porque no modificaban las partidas.
Martínez pedía debatirlo en comisión y llamar al Secretario de Hacienda para «retocar las partidas» coincidiendo con el criterio de no aprobarle una treintena de vacantes que creaba la intendenta. Lo cierto que al tratarse el proyecto en período extraordinario, no se reunieron las comisiones y se llegaba al recinto con «dictamen escondido».
Los cuatro concejales asociados presentaron horas antes un dictamen que impusieron en la sesión. Esto viene sucediendo desde el año pasado y marca el ritmo legislativo de la ciudad.
Müller, Puig, Bonvín y Camissi bailan la misma coreografía cuan danza de tik tok, al ritmo que sus jefes negocian con la intendenta. Para cumplir ese acuerdo en el recinto se reflejan las desprolijidades diarias. No las pudo ocultar el anterior presidente ni el actual está preocupado por revertirlas.
El proyecto de presupuesto que modificó la intendenta con los nuevos valores de tasas, fue ahora modificado por los concejales con un criterio sorprendente: Sacan las 25 vacantes que Meiners creaba, pero no bajan el presupuesto de personal, lo que habilita las contrataciones electorales a las cuales la titular del DEM nos tiene acostumbrados.
Martínez pedía apoyar el presupuesto pero no habilitar las partidas exageradas de personal. Ranaletta pedía aprobar el proyecto tal como lo había enviado Meiners. Elena no participó de la sesión.
El baile de tik tok de concejales fascendinistas y del pro hizo que una de las sesiones más importantes del año sea un trámite de una hora en la mañana del viernes previo a un feriado extra largo. Fácil de olvidar. Poca oposición o se parecen bastante al kirchnerismo gobernante.
Fotos captura RRSS del HCM.
