El destacado jugador esperancino de básquetbol, nacido en Almagro y que hoy milita en Quimsa de Santiago del Estero, participó del Campamento de Talentos U18 en Saladas que contó con la presencia del técnico del seleccionado mayor.
El campamento de jóvenes talentos en Saladas ha llegado a su fin. Luego de dos semanas de una intensa y fundamental actividad, la Selección U18 se despide de la ciudad correntina y en el marco del cierre de la concentración este miércoles por la tarde se realizó una conferencia de prensa en la que participaron Néstor García, entrenador de la Selección Mayor; y Herman Mandole, Coordinador de las Selecciones Formativas Masculinas y a cargo del U18 en este campamento.
Además la conferencia contó con la presencia de José Miguel Pérez González, Tesorero de CAB; Noel Gómez, Intendente de Saladas; y Juan Ángel Vera, Director de Deportes y Recreación del municipio. El evento se realizó en el Salón Presbítero José Demarchi, del palacio municipal, en donde los protagonistas arrojaron sus sensaciones tras lo vivido en estos últimos quince días de pura acción deportiva.
Cabe recordar que el campamento de la Selección U18 comenzó el pasado 13 de enero, con una lista de 25 jóvenes seleccionados para participar del mismo. El equipo, coordinado por Mandole, se entrenó en las instalaciones de clubes como Antorcha y Atlético Saladas con jornadas de doble turno, haciendo foco en el crecimiento individual y la generación de hábitos. Además, jugó dos partidos amistosos en esta estadía, frente al equipo de Liga de Desarrollo de Regatas Corrientes y contra la Selección de Saladas, medidas positivas para probar y ver la curva evolutiva de estos jóvenes.
Néstor García comenzó la conferencia agradeciendo la gentileza y el recibimiento por parte de todo Saladas, desde la gestión dirigencial que se realizó entre CAB y la Municipalidad de Saladas, hasta la hospitalidad de toda una ciudad que recibió a la Selección con los brazos abiertos.
“La pasamos muy bien”, sostuvo el entrenador de la Selección. “Agradezco el trato que tuvieron para con todo el staff, y principalmente el cariño que hemos recibido. Nos pasa, a quienes andamos por todas partes, que la organización puede ser buena pero el afecto que uno recibe de la gente es lo más importante. Y la verdad es que acá lo hemos recibido de las autoridades, de los chicos de los clubes, al ver los partidos amistosos y demás. Todo es renovador para nosotros”, amplió.
Por eso, “es un placer enorme, me voy súper agradecido y sepan que le sacamos mucho provecho al trabajo hecho en estas tierras correntina. Siempre vamos a estar agradecidos y a disposición de ustedes los saladeños”, agregó García.
Consultado sobre lo que pudo observar en estos días en Saladas, el Che valoró el trabajo que se está desarrollando en la ciudad y especificó la importancia de seguir y desarrollar a los talentos que existen a lo largo de todo el país, entendiendo que este tipo de campamentos sirve como impulso para contagiar y promover esas expectativas. «Vi a los chicos de Saladas muy bien, le jugaron de igual a igual a la Selección. Sé que acá aman mucho el básquet. Por lo que me comentaron tienen muchísimas ganas de seguir progresando. Si uno se pone a pensar en la Selección que salió campeona olímpica, había 11 jugadores que eran del interior del país, algunos de ciudades grandes, y otros de pequeñas. Con trabajo, y esto que hubo acá; que los entrenadores vayan a ver las prácticas con los chicos; esas cosas contagian. Me parece que si es una ciudad de básquet, que juega torneos provinciales, y que siempre juega de igual a igual con cualquiera, por supuesto que cualquier equipo grande de la provincia lo va a estar mirando, porque hoy se usa mucho el reclutar».
Por su parte, Herman Mandole, que organizó el trabajo minucioso de todos estos jóvenes junto a un prestigioso staff de profesionales a lo largo de estas semanas, explicó lo favorable que resultó tener esta primera etapa de preparación para el equipo. Vale remarcar que concentraron jugadores de categorías 2004, 2005 y 2006, y que, si bien son camadas que tendrán torneos internacionales este año, los trabajos se apuntaron a un objetivo mucho más macro y duradero, sin ir demasiado al corto plazo que puede ofrecer el calendario de competencias.
«El balance es 100% positivo. Estamos muy contentos. Todo lo que nos llevamos de Saladas es positivo. Estoy contento de lo que hemos hecho acá, de cómo trabajaron los chicos y de cómo nos han tratado. Es todo para sumar. Para algunos de los chicos es la primera vez con una Selección Nacional. Es una situación rara porque muchos de ellos tienen 18 años y debido a la pandemia es la primera vez que concentran con una Selección Nacional, porque hubo dos años sin competencia. Estaban nerviosos, estaban ansiosos, con los miedos lógicos pero tratamos de desdramatizar la situación, dándoles a entender que venimos a aprender y disfrutar. En ningún momento desde el staff se les elevó el tono de voz o se los trató mal. Estamos acá para ayudarlos y tratamos de ayudarlos todas las veces que sea necesario”, explicó Herman.
Por delante y a lo largo de este 2022, la generación 2004 tendrá que disputar el Sudamericano U18 que se desarrollará en marzo, que clasificará al consecuente FIBA Américas de la categoría a jugarse en el mes de mayo, y que será instancia previa para el Mundial U19 del 2023. Por su parte, la camada 2005 y 2006 tendrán que afrontar el Mundial U17 que se desarrollará en España, y para el que se clasificaron el año pasado tras una brillante actuación en México.
Mandole explicó en detalle cómo seguirá la planificación de la Selección tras este paso por Saladas. «La semana que viene nos estaremos yendo a La Rioja para otro campamento grande con 38 jugadores durante 15 días. Luego, en marzo empezará la preparación para el Sudamericano U18 de Venezuela. De los 25 jugadores que tuvimos acá en Saladas más los 38 que veremos en La Rioja, elegiremos 18 que van a empezar a concentrar en marzo», dijo.
El Coordinador de las Formativas fue claro al explicar que los objetivos de este primer campamento de talentos se cumplieron, ya que la idea fue promover valores de un deportista de élite y que eso ayude a seguir desarrollando a este grupo de jóvenes. “El balance de esta primera experiencia es muy bueno. Estamos muy contentos con el campamento, cómo se hizo, cómo transcurrió y cómo terminó. El comportamiento de los chicos fue digno de una concentración de una Selección Argentina, respetaron al cien por ciento todas las normas y propuestas que el cuerpo técnico le dio y confiaron en esta idea de sumar buenos hábitos de alto rendimiento a su vida. Hábitos de descanso, hábitos de alimentación, hábitos de entrenamiento, hábitos de lectura. Todos los chicos leyeron un libro y hoy cuando tuve las entrevistas personales hablamos sobre eso. Para muchos fue el primer libro que leyeron en su vida que no tenga que ver con el colegio. Estamos muy contentos”.
«Que los chicos hayan vivido 15 días dentro de los hábitos de alto rendimiento los cuales consideramos muy importantes, que los hayan podido cumplir a rajatabla sin obligarlos sino explicándoles lo que tenían que hacer, para nosotros es todo ganancia. Puede que algunos de estos chicos no vaya ahora a un torneo con la Selección, pero lo que se llevan de acá les va a servir para los próximos 10-15 años de lo que será su carrera como profesional», agregó.
En cuanto a la metodología durante el campamento, el entrenador señaló: “La filosofía de trabajo estuvo en línea con lo que llamamos nuestra razón de ser, que consiste en tratar de ser mejor cada día y entregar el alma en cada entrenamiento. No nos enfocamos en un torneo sino en ser mejores cada día y cada minuto. Hemos entrenado en dos turnos, con cuatro turnos de trabajo por dos de descanso, para hacer foco tanto en el entrenamiento como en el descanso. Tratamos de trabajar con la metodología de Bio-Banding, separando los grupos por edad fisiológica en lugar de por edad cronológica. Y trabajamos un 70 por ciento en la parte técnica y un 30 por ciento en la parte táctica. De hecho, no hicimos ningún retoque táctico en los partidos que jugamos”.
Y para cerrar remarcó: «Muchas veces hablamos de los Campazzo o los Vildoza que empezaron con los hábitos cuando llegaron a Europa, y nosotros queremos que ya desde las selecciones menores los chicos adquieran los hábitos o por lo menos los conozcan a más temprana edad. Me parece que esa es una de las funciones principales que tengo como coordinador, más allá de ganar un torneo o no. El torneo va a ser un lugar donde nos medimos, pero la razón de ser de las selecciones menores es ser mejores cada día y buscar la excelencia».
Fuente CAAB