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Blangini: existen expectativas individuales y así no se solucionan los problemas

por jose

Fue concejal por dos períodos y se lo señala como uno de los impulsores de acuerdos políticos que permitieron bases de planificación urbana y el debate del Plan Estratégico. Es frontal, defiende ideas con pasión y fue uno de los primeros que, con autoridad de trabajo político, alzó una voz de alerta sobre la gestión justicialista en Esperanza.

“A 3 años todavía hay algunas asignaturas pendientes. Hay que razonar sobre cómo se encontró el municipio, sabíamos que al final de la gestión radical había algunos problemas, pero destinaron el grueso de la gestión para poder encarrilar el rumbo. Hoy hay algunas cosas que están mejorando y más allá de criticar la cuestión popular de los servicios, yo tenía expectativas en definir políticas troncales” explica Oreste Blangini a Edición Uno Domingo.

“El objetivo no era venir como un gobierno de transición, sino a consolidar una política y demostrarle a la ciudad que en el justicialismo podían tener una expectativa de gestión, no digo dejar un gran proyecto político en los primeros cuatro años pero por lo menos un lineamiento”, sostuvo.

Recuerda que esa herramienta puede ser el Plan Estratégico e incluso alguna modalidad superadora como la realizada en Rafaela pero que eso no se compara con el Cabildo Abierto al cual definió como un “intento de reemplazar el sistema legislativo para lograr cierto aval en algunos proyectos”.

Aclara que puede no coincidir muchas cosas con Ana Meiners pero tiene “la tranquilidad de conciencia de habérselo dicho en muchos lugares, a mi no se me ocurriría haber perdido una elección y después transformarme en el eje de la gestión. Ella se jugó por un sector que le solucionó un problema o como dice le ‘encaminó la gestión’; duele mucho porque lo hizo con actores que no pertenecen al lugar”.

“Van tres años y no se armo un debate sobre cuestiones macro para definir políticas a futuro y ésta era la oportunidad que tenía Ana Meiners de pasar por la gestión pública generando políticas serias para que quien venga tenga la obligación de desarrollarlas, pero no se puede habiendo una fractura en el esquema institucional”, afirma.

DEM-CONCEJO

Confiesa que le preocupa “muchísimo porque es muy difícil manejar desde el ejecutivo políticas serias sin una relación estrecha con el Concejo, lo digo al recordar que cuando nosotros éramos minorías en el Concejo, más allá de los artilugios de Fascendini, se planteaba el tema, se debatía y sobre esa discusión se elaboraba una política, hoy hay una ruptura muy grande de los dos lados. Entrar en una vorágine judicial sobre si está bien o mal una ordenanza, me parece que es muy conflictivo”.

Blangini dijo entender el trabajo político que hace el bloque radical porque tienen un objetivo político desde la oposición pero no al bloque de concejales del PJ: “los veo como que están midiendo cada paso que dan en función de la expectativa política para el año que viene y esto no le hace bien, la gente ve cuando un político desarrolla una tarea, se juega, cuando presenta una idea y para que se la aprueben la debate, la discute, y la lleva hasta últimas consecuencias”.

FUTURO PJ

Reconoce que su nombre formó parte de los posibles candidatos a ocupar la lista de concejales del año pasado pero aclara que fue en una situación “no deseada y en una posición incorrecta porque yo no venía del riñón de la gestión”.

Para Blangini la situación no es fácil ya que el sector que gobierna no abre el juego y el sector de los concejales justicialistas, liderados por José Andreoli, “no pueden proponer un plan de gobierno porque en el durante no le están diciendo a la sociedad este es el plan. Estamos inmersos en expectativas individuales y no se soluciona los problemas de la ciudad”

“Hoy estamos viendo si larga Reutemann, Obeid, o si el Cachi Martinez puso dos carteles, estamos viendo con quien cierra cada uno y nos rompemos internamente. El peronismo tiene que desarrollar en Esperanza y en el departamento su propio proyecto político y no se ha podido lograr. Es el dolor que uno tiene internamente porque una cosa es haberlo hecho cuando empezamos nosotros desde la nada contra la maquinaria de la UCR y otro es decir tengo la estructura de gobierno para trabajar en determinados proyectos y a su vez darle continuidad. Todos los pibes jóvenes hoy no tienen donde insertarse”, reconoce.

“Tenemos la ilusión que el peronismo continúe en el gobierno de una manera distinta, para eso habría que hacer en lo que queda de la gestión un gran acuerdo político con sectores, definir unidad de criterio y no atomización, y hacer un proyecto serio para salir a enfrentar a los adversarios políticos que son difíciles. Creo que se puede plantear la polarización si no aparece algún sector vecinalista, pero si eso no se desarrolla veo un futuro complejo porque si hablamos cuantitativamente y no cualitativamente no te van a cerrar los votos si no son traccionados por la gestión”.

LA OPOSICION

“No creo que el radicalismo que es mayoría se esté manifestando como un proyecto político serio, es una expresión a la ciudad para volver a la experiencia de lo que ya hicimos, no se están debatiendo ideas”, afirma Blangini quien vuelve a mostrar su pasión política al pedir que el Concejo tome la iniciativa: “desde el pseudo oficialismo y la oposición deberían tomar la posta en el Concejo y salir a discutir proyectos, y si el Ejecutivo abre un Cabildo Abierto, llevo los proyectos a esa mesa y que me ganen el debate”.

Reflexiona sobre la imposibilidad de llegar a acuerdos y lamenta que para reunir sectores de gobierno en una mesa deban ser convocados a Santa Fe. No duda en dar su diagnóstico: “Hoy se ve en la ciudad una atomización política que es de chatura conceptual, ideológica y de individualismo político”.

FRENTE OPOSITOR

“Como peronista soy frentista pero no tuve diálogo con ningún sector y creo que todavía los partidos tienen mucha presencia, los frentes vecinales podrían contar con una personalidad fuerte pero ni un gran empresario ni un conocido dirigente de instituciones intermedias puede venir a la arena política para proponer soluciones para la ciudad si no tiene un equipo de trabajo y un proyecto”.

Aclara que “si hablamos de un frente que coloque a Ana Meiners en la reelección, sabemos que es una idea que tiene Albarracín que apunta a la polarización, la idea es buena porque es la única arma, pero no hay voluntad como para que la intendenta cierre con los sectores peronistas más ‘progresistas’ como para abonar una gestión y armar una lista peronista con algunos sectores que puedan ser adherentes a eso”.

“¿Qué es un frente? Si yo sumo un representante de la rural y uno del cicae o de las vecinales, no me sirve; el frente debe ser programático e ir en función de lo positivo y lo negativo de la gestión, es decir una gran discusión sobre cuales son los puntos a corregir y me parece que no hay mucha voluntad de plantear como se corrigen esos errores”.

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