Locales

Tala de árbol: Bronca e impotencia

En la semana conocimos que un árbol que sería el más viejo de Esperanza fue talado y dimos cuenta en EDXD de la reacción de los vecinos al advertir lo sucedido. Lo observamos incluso en los comentarios de la nota "Reacción de vecinos por tala de árbol" y aquí sumamos una opinión de una lectora:

 

 

 

 

 

Ayer, 11 de octubre, derribaron un símbolo del milagro de la naturaleza.  Un algarrobo de aproximadamente 400 años, que según dicen los memoriosos, es el más viejo de la zona, fue brutalmente serruchado para que sus gruesísimas  ramas le den una magra renta al que dice ser su propietario. Este árbol histórico, por indiferencia de quienes  lotearon esa manzana, quedó dentro de un lote demasiado pequeño para su porte monumental.  El tapial del patio casi lo ceñía como un cinturón apretado, pero  detrás de la última hilada de ladrillos surgían grandiosas sus colosales ramas  que se erguían hacia el Creador.

 

 

 

 

 

Tuve la suerte de conocerlo hace pocos días. Un amigo me habló de él y fui  inmediatamente a verlo. Era la primera vez que veía un algarrobo tan grande .Me quedé azorada ante su magnificencia. Era un   árbol que no pertenecía a esa casa. Nos pertenecía a todos, era  Patrimonio de la ciudadanía. Ingenuamente pensé que el dueño hubiese podido hacer un hueco en el tapial y colocar ladrillos de vidrio transparente para que todos los que pasábamos por allí lo pudiésemos  admirar.

 

 

 

 

 

Quiero  manifestar que tengo un amor especial por los árboles, por la nobleza que ostentan, porque sé  de la  lucha que sostienen  desde que nacen, cómo les cuesta vencer las heladas, las hormigas, las sequías. Cómo después de muchos años  logran  erigirse orgullosos de lo que consiguieron y de lo que nos regalan. Me he emocionado viendo los pequeños brotes verde claro abrirse paso en primavera tras soportar los embates  del  invierno. Y  he disfrutado y lo sigo haciendo, de la necesaria frescura de sus verdes increíbles en nuestros veranos abrasadores.

 

 

 

 

 

Por lo anterior, cuando vi al Coloso descuartizado, sus ramas ya trozadas desparramadas por todo el terreno contiguo a la casa y sus pequeñas y tiernas hojas, que habían empezado a celebrar la primavera, lentamente apagándose después del  ataque mortal,  se me cortó el aliento. No hay palabras que expresen los sentimientos de todos los que estábamos ahí. Hasta un pequeño niño que pasaba en bicicleta con su madre se detuvo y dijo “ Mirá Mamá!! Cortaron el árbol ¡!“.

 

 

 

 

 

La creciente ignorancia que agobia a nuestro país, no solo destruye a las personas. Va destruyendo  la naturaleza, y como en este caso, a un gigante que no se pudo defender. Los que lo admirábamos y respetábamos llegamos demasiado tarde. Pero que esto no se olvide.  Quedan aún algunos pocos compañeros de éste algarrobo. Cuidemos de ellos. Los aborígenes de nuestra zona se juntaban a la sombra de sus copas. Nos pertenecen por derecho adquirido. Cuidemos de ellos. Es un deber hacerlo y un derecho disfrutarlos.

 

 

 

 

 

C.M.

ARBOL HISTORICO OPINION TALA

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