Locales

SICA celebró sus 25 años

La empresa SICA Metalúrgica Argentina celebró en la noche del viernes sus primeros 25 años de actividad comercial con una cena de gala que reunió a todos sus empleados, distribuidores y proveedores más importantes. La familia de esta importante empresa metalúrgica se reunió en el SUM del Predio Ferial para vivir una noche cargada de emociones.

 


 


 

En la velada no sólo se encontraba la gran familia de la empresa sino además autoridades locales como la Intendenta Municipal Ana Meiners, industriales, empresarios, representantes de la Sociedad Rural, de las diferentes cámaras del CICAE, integrantes de la Comisión Directiva y comunicadores sociales.

 


 


 

Desde el comienzo se disfrutó de un cálido clima de camaradería que marcó el especial sentimiento de cada uno de sus protagonistas. Las palabras, el reloj y la lapicera que llegaron como obsequios para "papá y mamá" que entregaron sus hijos, el abrazo con los obreros que tras 25 años siguen trabajando en la empresa, las sentidas palabras de los empleados de diferentes niveles, los amigos paraguayos, los empleados de esa planta y  el "gracias" repetido en cada instancia fueron duros golpes al sentimiento compartido.

 


 


 

Sin dudas el momento de mayor emoción fueron las sentidas palabras de Jorge Simonutti. El recuerdo de aquella oportunidad de recibir el dinero de una indemnización y comenzar la experiencia de recorrer como emprendedor el camino del trabajo. El crecimiento, la decisión de terminar con la sociedad, el pago de la parte, las primeras llegadas a Paraguay, el nunca quedarse y el no bajar los brazos fueron reflejadas en detalles por el líder de la organización.

 


 


 

No importaba el tiempo transcurrido. Jorge seguía contando anécdotas mientras el silencio y la atención de todos marcaba el respeto a esas palabras de sacrificio. La emoción aumentaba y el orador no dudaba en recordar los golpes que significaron la devaluación de Brasil y la caída económica del 2001 en Argentina. La pelea con los bancos, la quiebra, los despidos, las deudas, el volver a levantarse, el seguir trabajando, la dignificación de la palabra, la confianza, el apoyo familiar, el compartir los obstáculos con los empleados y celebrar juntos los logros, fueron figuras de simpleza y grandeza que Simonutti transmitió a corazón abierto.

 


 


 

Las lágrimas ante el recuerdo de marcas familiares dieron paso al "Gracias a todos"; el brindis y el abrazo fue la fortaleza para agradecer a uno por uno el aguante y a pasión de trabajo. SICA Metalúrgica Argentina terminaba de desnudar su secreto mejor guardado: un grupo humano sólido construido a fuerza de golpes con la paciencia de un líder familiar, simple, honesto e incansable.

 


 


 

j.z.

aniversario CENA SICA

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