Provinciales

Se definió la pena para el primer condenado en un juicio por jurados en la provincia

El juez Nicolás Stegmayer, impuso este lunes la pena para Rubén Alberto Ulrich, el primer condenado en la provincia en el marco de un juicio por jurados que tuvo lugar los tribunales de la ciudad de San Cristóbal. El hombre fue juzgado por un homicidio ocurrido en 2023 en la localidad de Monigotes y tuvo como víctima al policía Franco López, que fue amante de su pareja.

En consecuencia, fue llevado a juicio como presunto autor de un homicidio transversal (conocido como femicidio vinculado) pero tras dos jornadas de debate un jurado popular consideró que el ruralista cometió el crimen bajo un estado de emoción violenta, situación que atenuó los cargos en su contra. No obstante, se lo encontró culpable de otros tres hechos: lesiones leves culposas, ya que cuando mató a López de un escopetazo, hirió también a su pareja en un hombro; tenencia indebida de arma de fuego de uso civil; daño calificado por haberle disparado al móvil policial que López utilizó para encontrarse con la pareja de Ulrich en un establecimiento rural.

El veredicto posibilitó a Ulrich lograr la excarcelación, ya que dos días después del fallo pidió la libertad, la cual fue concedida por el juez Gabriel Peralta de San Cristóbal.

Cesura de la condena

Juez de San Cristóbal, Nicolás Stegmayer.
Este lunes, dos semanas después de aquella histórica resolución, se realizó la audiencia de cesura en donde las partes hicieron sus respectivos pedidos de pena a raíz de lo resuelto por el jurado en el juicio.

La Fiscalía del caso, a cargo de Emilce Fissore y Silvina Verney, pidió que se le imponga a Ulrich una pena de seis años de prisión efectiva, al considerar que la sentencia debe aplicar la escala máxima de los cuatro delitos por los cuales fue declarado culpable; mientras que los defensores, Claudio Torres Del Sel y Federico Scarinci, pidieron un año de prisión o en su defecto que la condena no sea mayor a los tres años.

El juez, en tanto, resolvió una condena de cuatro años de prisión efectiva para el ruralista. Sin embargo, no se ejecutará hasta tanto la sentencia quede firme, ya que tanto la Fiscalía como la defensa pueden apelar el fallo por el monto de la pena. De igual manera, de ser confirmada la pena, Ulrich debería volver a prisión para cumplir la condena y pasados los tres meses, estiman los defensores, podría requerir el beneficio de la libertad condicional porque estuvo dos años preso de manera preventiva tras el crimen.

No obstante, como el fallo puede ser apelado, deberá ser un tribunal de la Cámara de Apelaciones de Rafaela el que revise la resolución de Stegmayer. Por lo pronto, el ruralista seguirá libre y el final está abierto.

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