Desde hace algunas semanas la obra de cerramiento de Plaza San Martín está "seca".

Las aguas danzantes ya no funcionan con normalidad y si bien se desconocen los motivos hasta hace pocas horas solo una de las cuatro esquinas contaban con el sistema en funcionamiento. Durante el fin de semana que pasó ninguna de las cuatro esquinas funcionaban.

La millonaria inversión nombrada vulgarmente por la gente como "los chorritos de Blangini" demandan alto mantenimiento de personal municipal. A diario los agentes municipales deben limpiar las piletas, los filtros, las rejillas y retirar papeles y otros elementos que se pueden encontrar en su interior.

Los días de lluvia también exigen un trabajo especial ya que debe ser recambiado todo el contenido líquido del sistema. El sistema de bombas suele estar afectado y por momentos se observa que impulsa el agua a más de un metro y medio de altura y por momentos apenas tiene fuerza para funcionar.

La obra, que superó el millón de pesos de gastos originados por el municipio para embellecer el paseo público central de la ciudad, ya dejó de funcionar como una barrera al cruce de vehículos en las esquinas de la plaza ya que motocicletas y bicicletas utilizan sus rampas como acceso. También se comienzan a observar problemas con hundimientos en el adoquinado y en algunos detalles de la obra.