Ante la muerte del ex presidente Néstor Kirchner se me ocurren algunas reflexiones que a título personal, siento la necesidad de hacerlas públicas.
Nunca me autodefiní kirchnerista pero, excepto algunos aspectos del conflicto con el campo, siempre tuve afinidad por este proceso político que se inició con Nestor Kirchner. Tal vez porque soy peronista y la verdad que mucho de lo realizado, es lo más parecido a lo que desde mi formación política, siempre entendí como peronismo.
El periodista y amigo Reinaldo Sietecase dice que no es que la muerte abuene a la gente, sino que permite ver con mas objetividad la vida del que se fue, nos deja ver cuáles fueron sus realizaciones. Y es así. Ahora no está allí el Néstor confrontativo, apasionado, generando alguna bronca a veces justificada. Está lo que hizo, sus ideas plasmadas, concretas, cumpliendo con lo que anunció antes de que lo votáramos. (no como dijo otro: “si decia la verdad no me votaban”)
Pero bueno, qué hizo Néstor Kirchner.
Después del colapso de un país desvastado y de rodillas, inició la renegociación de la deuda externa sin los consejos del FMI. Desarrolló una política económica que fue restableciendo el tejido productivo, favoreciendo la acumulación de reservas genuinas. Suspendió los remates de los campos, pesificó y refinanció las deudas a los productores agropecuarios, facilitando los pagos ante el nuevo contexto económico. Reabrió las paritarias para negociar aumentos de salarios, y así mejorar el ingreso de los trabajadores y expandir el mercado interno, para solventar la reactivación. Desmontó y renovó la Suprema Corte heredada, adicta y sometida en los gobiernos anteriores. Desarrolló una política de derechos humanos elogiada en el mundo entero. Restableció el debate y la discusión política por sobre la tecnocracia económica. Repatrió más de 2500 científicos que se habían ido del país. Impulsó una ley de medios que desde que llegó la democracia promovían, sin éxito hasta ahora, el verdadero periodismo independiente y los sectores populares. Aumentó varias veces el sueldo a los jubilados e incorporó al sistema a los que estaban afuera. Aumentó el nivel de escolaridad e impulsó la organización de una red de contención social que amparó a millones de excluidos como consecuencia del modelo anterior. Fortaleció los vínculos con los países latinoamericanos, consolidó el MERCOSUR y formo parte de la gestación de la UNASUR. Sentó las bases para profundizar medidas de carácter social como la asignación universal por hijo y la recuperación de los fondos de las AFJP para el estado. Promovió un vasto plan de obras, que aparte de rutas y caminos, incluyó accesos a barrios populares y la construcción de miles de viviendas y escuelas, y el equipamiento de las universidades y las escuelas técnicas. Basta recorrer nuestras facultades y la Escuela Granja para comprobar lo que hacía muchísimos años que no se realizaba.
Se impuso un nuevo modelo
Son hechos que cambiaron la historia a favor del pueblo, de los que menos tienen, de una gran franja de clase media que estaba perdiendo esa condición, de miles de pequeños y medianos empresarios que se reactivaron pero también, de grandes empresas que pudieron dar mas trabajo para disminuir el alto número de desocupados. Es decir que este modelo benefició a grandes mayorías.
Sin embargo, hubo pocas manifestaciones de agradecimiento a Néstor Kirchner antes de su muerte. Muchos de los beneficiados por el modelo que cambió la especulación financiera por la producción y el trabajo con inclusión social, repiten el discurso de los grandes medios, voceros interesados las minorías poderosas, que paradójicamente no son otras que las responsables de la bancarrota de la argentina después del 2000 y de los peores momentos de los últimos 50 años de nuestra historia.
También hubo errores
Podríamos señalar también una lista de errores de Kirchner. No los señalo aquí porque ya ocuparon demasiado espacio en los medios. Si diré en su mayoría fueron de forma. Pero errores al fin, (con la ayuda de la embestida mediática) tal vez no nos dejaban ver los aciertos. Ahora que está muerto, que podemos analizar al Nestor Kirchner de la historia, casi con un poco de culpa reconozco que el balance es mas positivo de lo que creía.
Las banderas de siempre
Ahora viene el desafío de continuar sin Kirchner, viene un replanteo de la política, o mejor dicho de los poderes tironeando para uno u otro lado las futuras decisiones. Sin embargo, no creo que cambie el modelo. Por el contrario, la muerte de Néstor Kirchner, la increíble e inimaginable ( por lo menos para mí) adhesión puesta de manifiesto en el funeral, despierta la necesidad de cuidar lo conseguido, de fortalecer a la Presidente Cristina Fernández, porque eso significará fortalecer la paz social, la distribución de la riqueza, la generación de trabajo, la soberanía política, la independencia económica y la justicia social. Banderas por las que lucharon muchos argentinos. Son las mismas que yo abracé desde siempre, desde que era un pibe. Un pibe como esos miles que en este fin de Octubre, llegaron a plaza de mayo y esperaron horas y horas, solo y nada menos, que para decir “gracias Néstor, fuerza Cristina” en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada.