La agrupación radical en Cambiemos Esperanza "línea fundadora" recuerda lo vivido hace 35 años en el país y reivindica el rol del ex presidente Raúl Alfonsín.
Mediante un comunicado titulado "Felices Pascuas; la casa está en orden", recuerda lo vivido en esa difícil semana santa en Argentina.
El domingo 19 de abril de 1987, después de cuatro días de tensión por el levantamiento carapintada, el presidente Raúl Alfonsín salió al balcón de la Casa Rosada por segunda vez en el día y, con la tranquilidad del deber cumplido, mandó a casa a las miles de personas que estaban en Plaza de Mayo. Sus palabras aún retumban en la memoria de todos los que vivieron esos históricos acontecimientos. En esas Pascuas, se había terminado una Semana Santa convulsionada por la primera insurrección militar ocurrida desde el regreso en octubre de 1983 de la incipiente democracia.
“Para evitar derramamientos de sangre di instrucciones a los mandos del Ejército para que no se procediera a la represión. Y hoy podemos dar todos gracias a Dios. La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina. Le pido al pueblo que ha ingresado a la Plaza de Mayo que vuelva a sus casas a besar a sus hijos y a celebrar las Pascuas en paz en la Argentina”. Con esas palabras, el Dr. Raúl Alfonsín dio por terminado el conflicto.
El alzamiento los de oficiales del Ejército se inició el 16 de abril de 1987, cuando el mayor de Inteligencia, Ernesto Barreiro, se negó a concurrir al juzgado que lo investigaba por cargos de tortura y asesinato perpetrados durante la dictadura militar y se amotinó en el Comando de Infantería Aerotransportada de Córdoba junto a otros 130 militares, para resistir la orden de detención judicial.
La situación ponía en peligro la democracia, recuperada hacía poco más de tres años. Ante la sorpresiva situación, el pueblo salió a la calle y comenzó a ocupar la Plaza de Mayo, para manifestarse en defensa de la democracia, permaneciendo allí durante los cuatro días que duró el conflicto y las personas solo volvieron a sus casas cuando Alfonsín los invitó a hacerlo tras el anuncio de que el conflicto había finalizado.
El presidente salió por primera vez al balcón de la Casa Rosada para informar a la multitud los avances y retrocesos de la negociación. El punto más álgido se produjo cuando anunció que acudiría en helicóptero a Campo de Mayo a entrevistarse con Aldo Rico y hablar con los carapintadas. Lo hizo sin custodia, lo que muestra su valentía y entereza. Luego de unas horas, Raúl Alfonsín salía por segunda vez al balcón, y con los brazos abiertos pronunciaba, palabras más, palabras menos, su histórica frase: “Felices Pascuas, la casa está en orden”.