Locales

Esperanza empieza a buscar un nuevo gran elector

No define ganadores, no define mayorías legislativas, ni define poder económico, pero sí la elección del próximo domingo marcará el humor social esperancino que erigirá a sus nuevos líderes. No se ha presentado un escenario político similar desde 1983 a la fecha.

 

 

 

Los últimos cuatro grandes electores esperancinos no son candidatos y si bien pueden acercarse a alguno de ellos, abrazarlos o mimarlos, su nombre no está en la boleta. Es una elección atípica y su resultado marcará incidencias claras en el mapa político futuro.

 

 

 

Esos cuatro electores son Fascendini, De Pace, Copes y Meiners. Los dos primeros no serán candidatos locales y dieron un paso de recambio generacional que nadie esperaba. Sus candidatos caminan solos las calles, organizan reuniones y ellos se enteran por los medios de sus acciones.

 

 

 

La demoprogresista puede quedar en la historia como la primera esperancina que llegue al Congreso Nacional en este tiempo democrático, pero su foto no estará en la boleta única. El candidato del PDP se divide en la campaña local y en la provincial como soporte de acuerdos que quizás lo exceden y le quitan dedicación a su propio futuro.

 

 

 

La intendenta pone el cuerpo en la campaña y cualquiera sea el resultado será ella y no su candidato a quien le cuenten esos votos. Tras cinco años de gestión sin grandes resultados, con impericias de liderazgo político y todavía buscando excusas ante los reclamos, su futuro hoy es un gran interrogante.

 

 

 

Podríamos nombrar un quinto elector pero el hombre más votado en el 2011 en Esperanza no es esperancino. Es todo un dato político que quienes son candidatos por su sector digan que cuentan con su apoyo, pero él todavía no apareció a ratificarlo públicamente. Son dos las opciones para justificar ese comportamiento: Rubén Pirola deja que el resultado electoral de su candidato sea genuino o mira con demasiado recelo el 2015 y no se aventura a romper puentes con otros sectores.

 

 

 

Las circunstancias hicieron que ninguno de los pesos pesados esté presente y por lo tanto la renovación amplificará un nuevo panorama. Otros ofrecen renovación sin venir de sectores tradicionales y si bien el desafío es doble, ya mostraron estar a la altura de la competencia.

 

 

 

Cammisi, Elena, Rossi, Bendahan, Dellaporta, Bonvín o Zelko, por citar algunos, pueden marcar una nueva etapa en la vida política de la ciudad.

 

 

 

Hoy todos quieren ganar y quizás no son conscientes del tiempo político que están escribiendo. Los electores también saben que se juegan primarias y que la elección que vale es la de octubre.

 

 

 

El humor del electorado bendecirá a figuras políticas nuevas, no desconocidas, sino renovadas. Puede haber confirmaciones de quienes en la previa son favoritos, pero también sorpresas y decepciones, casi siempre pasa así.

 

 

 

Estará también en los elegidos la decisión de seguir siendo protagonistas. Un nuevo tiempo político escribirá la ciudad el próximo domingo, buscando nuevos líderes.

 

 

 

 

 

 

 

j.z.

ELECCIONES OPINION

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