Estudiantes, docentes, no docentes, autoridades y la ciudadanía en general se movilizó en la segunda Marcha Federal Universitaria en la ciudad de Santa Fe, con dos puntos de concentración: uno se convocó temprano desde Ciudad Universitaria y cruzó el puente Colgante, y el otro salió del Rectorado. Ambas columnas confluyeron en Pedro Vittori y Boulevard, en la plaza de El Molino, donde alrededor de las 18.30 se concretó el acto con la lectura de un documento unificado.
La movilización se desarrolló en todo el país, con epicentro en Buenos Aires. El mensaje que se quiere expresar el rechazo al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, sancionada el 13 de septiembre pasado.
Tres veces el vocero presidencial Manuel Adorni anticipó que esa medida se haría efectiva, y el Gobierno nacional tiene plazo para materializarla hasta el jueves. El mensaje masivo que se quiso dar este miércoles es también a los legisladores para que, de producirse el veto, defiendan la ley en las Cámaras.
La movilización fue convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que agrupa a gremios docentes y no docentes, por la Federación Universitaria Argentina (FUA), en la que están estudiantes, y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), donde están los rectores de las casas de estudios superiores.
No obstante, la protesta es apoyada por gran cantidad de gremios, organizaciones políticas y sociales. Se incluyen la CGT, las dos CTA y la Ctera, esta última de los docentes del sistema educativo obligatorio, que acompaña la jornada de protesta con un paro de actividades y marchas. Por esta razón, Amsafe también llevó a cabo una medida de fuerza de la docencia pública en la provincia.
Encabezando la movilización en Santa Fe estuvieron Enrique Mammarella, rector de la Universidad Nacional del Litoral, y Eduardo Donnet, decano de la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional, que se expresaron en los micrófonos de El Litoral.
Por su parte, Donnet dijo estar “sorprendido por el poder de convocatoria, que ha sido mucho mayor que la primera marcha, aunque preferiríamos no estar atravesando esta situación”.
Sostuvo, además, que no es optimista en que el gobierno responda favorablemente al reclamo, pero que ello no hará claudicar la defensa a la universidad pública. “Sostenemos que debemos ser prioridad. El país necesita de la educación para resolver sus problemas. No somos un problema de dinero. Somos el ámbito donde se generan los profesionales que pueden hacer que este país realmente se transforme y crezca”, sentenció.