El niño tiene la capacidad de inventar mundos a partir del relato oral. El adulto siente que ya no es capaz de contar historias y los niños se pierden de la valiosa experiencia de tomar la palabra dicha por otro para hacerla suya, recrearla, imaginarla, viajar en ella, acunarse en sus sonidos y dimensiones.
En un espacio relajado se narrarán historias para niños con formatos que permitan la interacción y la expresión.
Los espero! Verónica Alonso