La empresa de la familia Gonella adquirió un predio en el sector industrial norte de la ciudad de Esperanza para poder instalar una planta procesadora de la materia prima que producen los tambos que la firma tiene en la región.

La industria húmeda eligió ese sector por ser el más conveniente, por estar asignado a empresas del tipo "húmedas" y por la proximidad a plantas de tratamiento ya existentes en la zona.

El Concejo Municipal aprobó días pasados su radicación realizando lo que se denomina "levantamiento" de la reserva de ese sector, creando una asignación específica para industrias y talleres e impidiendo en la zona la construcción de viviendas. La ordenanza fue girada a la Intendenta Municipal para su promulgación.

Según pudo conocer EDXD, los técnicos de la empresa La Ramada que trabajan en el diseño de la nueva planta, se encontraron con un obstáculo económico de magnitud al momento de diseñar la infraestructura de servicios de la nueva empresa.

La proveedora de gas natural mayorista, la empresa Litoral Gas, aseguró contar con la materia prima para poder abastecer esa demanda industrial pero no con la posibilidad de realizar las intervenciones de cañerías necesarias para llegar con gas natural a ese sector. Los empresarios esperancinos pidieron entonces detalles técnicos de esa obra y cotizaron la misma en constructoras privadas.

El costo de instalación del servicio de gas industrial en esa zona de la ciudad es imposible de ser afrontada por una sola empresa. Si bien una de las alternativas sería la instalación de otras industrias en la zona con la apertura de área industrial en el lugar, la decisión de rango político y estratégico para la ciudad supera a los empresarios privados.

"Hoy la instalación de la empresa en Esperanza está en dudas porque sin servicios es imposible instalar una empresa" aseguraron fuentes confiables a EDXD.

Las autoridades locales están al tanto del tema desde la semana pasada y lamentablemente los tiempos empresarios no son iguales a los políticos, más allá de los momentos electorales que vivimos.