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Blangini en la medianera de su propia despedida

A cualquier hijo de vecino si tiene un metro cuadrado de arena en la vereda sin cartel de obra le caen inspectores municipales, le hacen actas, multas y le detienen la máquina cementera. Cualquier vecino que hizo un galponcito y no lo declaró, tuvo que someterse a un proceso de disculpas, pago de multas y sentir que lo declararon enemigo público.

 

 

 

La obra privada que tumbó una pared medianera y se adueñó de la Plazoleta Renacer no tenía permiso para demoler ni la vieja casona, tuvo el mayor avance de obra desde el prohibido centro de manzana según muestra la foto del expediente, tiene los departamentos superiores declarados como oficinas, le faltan cocheras y en el expediente hay observaciones realizadas sin firmas ni sellos. ¿Nadie controló? ¿Quién es el responsable?

 

 

 

Piden vender un pedazo de la plaza sobre la cual ya construyeron una vereda privada porque usaron la medianera como fachada y si hoy cierran esa medianera los departamentos se quedan sin puertas y ventanas. ¿Nadie controló? ¿Quién es el responsable?

 

 

 

¿Qué pasó para que un día de julio del 2012 le digan que no podían ingresar a la amnistía con esa obra y seis días después la aceptaran a pesar de no tener escritura? ¿Nadie controló? ¿Quién es el responsable?

 

 

 

Como nadie se animó a firmar la venta de una plaza a un privado que no demostró ser el dueño de los departamentos, lo enviaron al Concejo. Al expediente le agregaron una nota de la ONG que expresaba su conformidad con la venta. Los padres de Renacer lo único que quieren es la reconstrucción de la pared que le devuelva tranquilidad al paseo invadido.

 

 

 

Si el Secretario de Obras Públicas no es el responsable de este mamarracho que lo pone en la “medianera de su propia despedida”, debiera haber abierto un sumario interno para esclarecerlo. No lo hizo.

 

 

 

La situación es de una extrema gravedad porque toca intereses privados, porque si esto sucedió con un expediente irregular que nadie se animó a firmar y debió llegar al concejo… ¿Qué pasó con los otros 3.500 expedientes que transitaron pasos administrativos de la amnistía? Sólo unos treinta fueron al concejo.

 

 

 

¿Cuántos otros expedientes ingresaron sin escritura? ¿Qué pasó con los planos firmados por el propio Arquitecto Oreste Blangini en este proceso? ¿Qué tipo de rigor tuvieron en el control?

 

 

 

¿El secretario de Obras Públicas es juez y parte en un proceso de regularización que beneficia a profesionales?

 

 

 

¿La empresaria inmobiliaria Ana Meiners sabe de estas contradicciones? ¿Las rechaza o se benefició con funcionarios débiles e incapaces? ¿El loteo de la intendenta que tipo de control tiene? ¿La controla Blangini?

 

 

 

Demasiadas preguntas que acentúan las diferencias entre el ciudadano común que espera en el mostrador y los expedientes privilegiados que pasan de oficina en oficina, detienen inspectores y logran adueñarse de espacios públicos.

 

 

 

Aprobar la venta de ese pedazo de plaza tal como lo propusieron la intendenta y su secretario, podría habilitar la venta de una fracción del Parque de la Agricultura a cualquier amigo. El Concejo Municipal, tantas veces bastardeado, en esta oportunidad aportó lógica y cautela a la negligencia e impericia.

 

 

 

Los ediles con sus distintos matices, incluido el kirchnerista, mandaron a la intendenta a la sillita de pensar y le pidieron que rehaga la tarea.

 

 

 

En esa imaginaria sillita la mandataria local podrá pensar que se trata de una maniobra desestabilizadora de la oposición; que fue sólo un cúmulo de errores administrativos sucedidos en un alucinante proceso de transformación del Estado; o bien, que el descrédito en el cual cayó el funcionario que ella eligió ya afecta su propio capital político, a pocos meses de presentar su re-re.

 

 

 

Hoy sólo la explicación de Ana Meiners es la que vale ante tan sorprendente ejemplo de sinergia, gestión y acción entre lo público y lo privado que quiere vender una plaza.

 

 

 

 

 

 

 

José Zenclussen

BLANGINI PLAZA RENACER RENUNCIA

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