Almagro y Alma Jrs. expusieron nuevamente anoche en un colmado Estadio Enzo Scocco las condiciones del clásico esperancino, que mantiene viva la emoción por el básquetbol, vivido a pleno por los dos clubes, con el importante apoyo de su gente. Se lo gozó, vivió, disfrutó, sufrió, a lo largo de todo su desarrollo. En el rectángulo de juego dieron todo de sí uno y otro. En las tribunas, todo el folklore propio de estos clásicos, con constante aliento, y siempre reinando la cordura de estar ante un juego. Todo esto, independientemente de lo que iba reflejando el marcador y la chapa final del tablero. Venció Alma Jrs. por 65 a 61 pero Almagro le puso importante resistencia, a tal punto de mantener a todos expectantes hasta el mismo cierre.
El primer doble lo anotó Barlasina, pero de inmediato respondió el anfitrión con un juego preciso, veloz y efectivo, para establecer una buena distancia. Con Lugli, Ramatti y Nagel como referentes del desequilibrio se colocó 10-2 en más de 3’. La visita opuso su presencia en la zona interna, acortando diferencias. Pero un buen pasaje de Nagel (6 en el parcial), hizo que la luz se estirase nuevamente. El 1er. cuarto tenía a Alma arriba: 16-8, presagiando un desenlace, ya que al visitante pareció cerrársele el aro.
Una conversión de Mazzoni al inicio del parcial elevó la distancia (20-10). Desde los 2’ se produjo el retorno de Missio (en franca evolución de su lesión) para encabezar la conducción de su equipo. Pero un triple de Ramatti y una espectacular volcada de Lugli levantó aún mas a la hinchada local. A 4’ del final del 1er. tiempo ganaba por 28-14. Pero desde momento, tras tiempo muerto, se reordenó el visitante, y con mas presión en la defensa, más lo que aportó Missio (triple de por medio), la supremacía de Barlassina en la pintura, para pasar a ser otro equipo. R.García llegó a su 5ª falta. Las “aguilas” a puro corazón fueron limando las diferencias y con un parcial de 11-0, le permitió cerrar el cuarto muy cerca. Ganó el parcial 17-12 y la 1ª etapa fue para Alma, 28-25.
Otra vez el anfitrión empezó mas aplomado en el reinicio, tras el descanso largo y la charla del entretiempo. Mazzoni (6 marcó en el parcial) apareció como una buena alternativa de desnivel. Era más efectivo. Vrancken llegó a su 4ª infracción. Barlassina (llegó a 8 en el parcial) siguió pesando en los dos cristales (34-30). Ramatti estampó su selló desde el perímetro (restando 4’, 39-30). A la presión defensiva, Missio mas un momento de Bouchet (3) le permitieron meter un parcial de 8-0 que enardió a la tribuna visitante. Es que se habían colocado a tiro de paridad (39-38). Nagel (5) en un momento inspirado revivió la capacidad de gol del local a poco del cierre que mantuvo distancias a favor del dueño de casa. Alma gana ese segmento 19-15, para irse al último descanso por 47-40.-
Un triple de R.García elevó la diferencia (50-40), pero con la dupla Missio – Barlassina como estandartes, la visita se acercó nuevamente. Lugli clavó otro triple que levantó a sus hinchas. Ramatti llegó a su 4º foul y Pruvost (6 en el parcial) aprovechó su juego interno para colocar otra vez a tiro a su equipo (58-56 restando 3’). Bouchet también comete su 4ª falta pero en la línea anota un simple y el tablero mostraba un 62-61 que agigantaba las expectativas de todo el Estadio. Anota libre Lugli. Falla Barlassina el lanzamiento y Nagel convierte un simple. Fallido intento de “3” de Missio y Mazzoni anota en la línea. Desenlace final, 65 a 61 para Alma, desatando el festejo con su gente, mientras que por el otro lado se mascullaba la bronca por la reacción que no terminó de consumarse.
Dirigieron Silvio Guzmán – Ezequiel Angelini en el Scocco:
Alma: Santiago Mazzoni 15, Francisco Rittiner 2, Emilio Nagel 15, Andrés Lugli 12, Santiago Ramatti 13 (FI), Rodrigo García (x) 8, Gonzalo García 0, Emilio Longoni 0. DT: Danilo Delset.
Almagro: Genaro Paoli 0, Francisco Pruvost 9, Martín Barlassina 20, Juan P. Fontana 4, Jonatan Vrancken 0 (FI), Juan Meneghello 0, Matías Missio 10, Javier Giletta 5, Lautaro Bouchet (x) 11, Matías Rippstein 2. DT: Leandro Spiés.