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15 de marzo: Día Mundial del Consumidor

Hoy, 15 de marzo, se conmemora el Día Internacional del Consumidor en reconocimiento al discurso que el 15 de marzo de 1962 ante el Congreso de los Estados Unidos pronunciara el presidente J. F. Kennedy, en el que enunciara por primera vez de manera concreta, los derechos básicos de los consumidores; derecho a la protección y seguridad, derecho a ser informado, derecho a la elección y derecho a ser escuchado.

 

Manifestando en su histórica exposición “por definición, consumidores nos incluye a todos”, “Ellos son el grupo económico más numeroso, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas y privadas. Todavía, ellos son el único grupo importante de la economía cuyas opiniones con frecuencia no son escuchadas”. Lamentablemente pese a haber transcurrido 56 años desde ese discurso en nuestro país y en nuestra provincia, nuestras opiniones como usuarios y consumidores siguen sin ser escuchadas debidamente por el Estado.

 

Es por ello que es necesario que las autoridades políticas se interesen en los distintos temas que hacen a la defensa de nuestros derechos como usuarios y consumidores de bienes y servicios, y trabajen seriamente en la calidad institucional de los distintos organismos del Estado, tanto en su tarea de control, protección, regulación y mediación.

 

 

 

Contra los abusos

 

En el caso de la provincia  se necesita de institutos que nos protejan de las arbitrariedades de los que, detentando el poder económico, imponen las reglas de juego, porque los consumidores “los débiles del mercado” necesitamos del Estado para equilibrar una relación de fuerzas siempre asimétricas, y que esto se vuelve más imperioso aún en tiempos de transición económica como los que estamos atravesando, donde afloran con más crueldad las conductas abusivas en perjuicio de ciudadanos indefensos y desamparados.

 

Porque la situación de desprotección que hoy sentimos con respecto a las relaciones de consumo tiene dos implicancias, por un lado el perjuicio económico y por otro el daño moral. Y si bien el perjuicio económico la mayoría de las veces se relaciona con reclamos de los que se suelen denominar de menor cuantía -si lo miramos desde una perspectiva meramente economicista-, es necesario marcarlo, lo que para algunos representa un pequeño valor monetario, para muchos en un país con el 30 % de sus habitantes por debajo de la línea de pobreza, puede ser la diferencia entre alimentarse o no ese día.

 

Pero más grave aún son las implicancias morales que sobre nosotros tiene el sentimiento de ser permanentemente abusados, y el no encontrar la forma, la manera de resarcirnos de esto, que alguien equilibre una balanza que siempre mueve el fiel para un solo lado, lo que trae aparejado un sentimiento de indefensión, que genera a su vez un descreimiento en las instituciones y que en definitiva conmueve los cimientos mismos de la democracia.

 

Por eso es necesario que trabajemos para cambiar la cultura de la resignación por la cultura de la participación y para ello debemos saber que  toda relación de consumo conlleva obligaciones, pero también tiene incorporados una serie de derechos que la mayoría de las veces   desconocemos, y que la única manera de protegerlos es reclamar por los mismos, por ello acudamos a los distintos organismos del Estado  y a las Asociaciones de Consumidores,  para defender nuestro derechos, por que como dice una máxima de Adelco “no se queje, si no se queja”.

 

 

 

Ing. Luis Lombó

 

Ex  Presidente Adelco Filial Santa Fe

DIA DEL CONSUMIDOR LUIS LOMBO OPINION

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