Desde hace mucho tiempo sentarse en los bancos o caminar por el lugar es casi imposible, porque el excremento de los plumíferos lo impide.
La pregunta que se hace cualquier vecino es la siguiente: ¿Para cuando los prometidos proyectos superadores que iban a surgir de los promocionados equipos técnicos? Muchas soluciones se han barajado en los pasados 10 años pero ninguna se puso en práctica, o si se llevó a cabo, nadie se enteró, mucho menos las aves.
Fotos como estás se podrían sacar por decenas en pocos minutos. Muchas personas ni siquiera cruzan por los senderos de la Plaza para evitar los escrementos desparramados por casi toda su superficie. Mientras que el olor a gallinero se ha vuelto insportable
Queda claro que hay una tremenda falta decisión para avanzar en las respuestas que la gente reclama.
Los números del Ejecutivo han mejorado en estos meses, al menos ha ingresado un poco más de dinero a sus arcas, esperemos que alguna idea se caiga del equipo de trabajo de Ana Meiners y la ciudad pueda renovar su cara mínimamente en uno de sus centros históricos.